La Cabeza Sagrada Cortada de Santa Catalina de Siena
La Iglesia Católica no es ajena a lo macabro, y las reliquias sagradas no son una excepción. Una de las muestras más cautivadoras de reliquias santas dentro de la Iglesia es la cabeza cortada de Santa Catalina de Siena.
«No adoramos, no adoramos, por temor a inclinarnos ante la criatura en lugar del Creador, pero veneramos las reliquias de los mártires para adorar mejor a Aquel de cuyos mártires son.»- San Jerónimo
Santa Catalina de Siena fue una mística legendaria a la que se le atribuyen muchos acontecimientos milagrosos a lo largo de su corta vida. Era bien conocida por recibir los estigmas, tener visiones divinas e incluso en ocasiones tener la capacidad de levitar mientras rezaba.
Santa Catalina murió a la edad de 33 años, y fue enterrada en el cementerio cerca de la iglesia de Santa María sopra Minerva en Roma. Sin embargo, sus devotos no podían soportar ver su lugar de descanso final tan lejos de su ciudad natal. El beato Raimundo de Capua dispuso enviar su cuerpo de vuelta a Siena, pero tuvo que hacerlo en secreto, ya que no tenía permiso para dispersar sus restos.

En 1383, cuando su tumba estaba siendo trasladada del cementerio a la iglesia, Raimundo de Capua aprovechó la oportunidad. Al darse cuenta de que no sería capaz de pasar un cuerpo entero de contrabando a través de guardias romanos, arregló que su cabeza fuera retirada y llevada a Siena. La tradición dice que cuando su cráneo se desprendió, se separó fácilmente, ya que el agua de lluvia que se filtraba en la tumba aceleró la descomposición.
Según la tradición, justo cuando sacaban su cabeza de Roma en una bolsa de papel, los guardias detuvieron a los ladrones y exigieron ver el contenido. Rezaron a Santa Catalina de Siena y pidieron protección. Milagrosamente, cuando los guardias miraron para ver el contenido de la sospechosa bolsa, dentro solo encontraron pétalos de rosa. Cuando la cabeza fue entregada a Siena, los pétalos de rosa se materializaron de nuevo en la cabeza de Santa Catalina, la razón por la que a menudo se la representa con una flor.

Su cabeza fue colocada en un relicario dorado ornamentado dentro de la nave de la Basílica de San Domenico en Siena, donde permanece hoy en día. Cuando los restos fueron radiografiados en 1947, no encontraron vértebras unidas a la base del cráneo, dando crédito a la teoría de cómo fue removido de su cuerpo.
Santa Catalina de Siena fue canonizada por el Papa Pío II en 1461. En 1970, se le dio el título de Doctora de la Iglesia debido a sus considerables contribuciones a la iglesia en el siglo XIV. Hoy miles de personas visitan Siena cada año para ver una de las reliquias más macabras dentro de la Iglesia.
Write a Reply or Comment